Este pequeño jardín situado en una zona residencial a las afueras de Barcelona, tiene dos aéreas claramente diferenciadas, por un lado el área de acceso a la vivienda y por otro un pequeño jardín trasero en el que se ubica la piscina. En ambos espacios se diseñan un par de elementos, marcando las pautas a los propietarios, de lo que en un futuro serán, dos aéreas ajardinadas creadas por ellos mismos. En el área de acceso se utilizan conceptos del Feng Shui que nos aportan equilibrio y armonía en el entorno. Esto se refleja en la puerta de acceso amplia y libre de recovecos, con escalones de líneas puras, que en forma de cubos dan paso a una alberca. Grandes losas de pizarra flotan sobre el agua y marcan el camino por el que el Chi puede pasar, de esta manera la energía atraviesa el espacio y alimenta el espíritu. El jardín trasero es menos conceptual, más lúdico, con una gran piscina y una pared de madera, dan junto a hierva, el frescor que te invita a reposar.
Después de una larga estancia en Tailandia, la propiedad de este chalet, no solo utilizo mobiliario asiático para la decoración de la vivienda, sino que nos propuso la utilización de conceptos del Feng Shui para imprimir un nuevo carácter al jardín ya existente. La enorme puerta de acceso al hogar, un mosaico de pequeñas piezas de barro piramidales, y un enorme estanque urbano que recorre desde la entrada de la vivienda toda la fachada, reinterpretan aspectos del Feng Shui. El agua, símbolo del dinero, es un elemento vital que se mantiene siempre en movimiento. Siguiendo su curso, grandes losas de granito flotan y pasan por el frente de la fachada. Los caminos, comunican los diferentes espacios que hacen fluir la energía Chi, aportando al espíritu la fuerza necesaria para avanzar en la vida. En el contrario, el jardín de atrás se trata con un diseño más occidental, una piscina rodeada de amplias superficies de césped, pequeños elementos decorativos asiáticos y zonas para el mobiliario, completan el entorno.
Este ático con vistas al Parque del Retiro, Madrid. Necesitaba rediseñar sus dos grandes terrazas, para potenciar la actividad de Show Room que se desarrollaba en su interior, rescatando este magnífico espacio exterior para la presentación de eventos. De acorde con la firma de moda Hugo Boss se diseñaron estas terrazas siguiendo los parámetros básicos de la firma, fusionados con nuestra cultura mediterránea de espacios exteriores. Como si de la proa de un barco se tratase, se utilizaron maderas para exterior en suelos y unas amplias velas blancas que protegen de la luz. Para dar la sensación de estar flotando, la madera del suelo no llega a tocar las paredes del edificio, creando un borde lleno de piedras blancas que esconden la iluminación lineal que baña de luz las fachadas. Para fusionar el entorno con naturaleza se crean grandes jardineras revestidas de madera en las que las plantas aportan frescor y color. Los ventanales de solo una hoja y un mobiliario distendido completan el proyecto.